La motivación es la clave
En las Actividades asistidas con animales que realizamos con gente mayor y con niños, hacemos muchos ejercicios que ya hacen ellos normalmente en sus centros como ejercicios de memoria, cálculo, psicomotricidad… pero la diferencia es que los hacemos con la perra Nuba.
Esta pequeña diferencia es determinante para el comportamiento de los asistentes a la actividad. El efecto motivador que supone la perra es tan grande que los usuarios están mucho más dispuestos a participar en los ejercicios.
En los centros de mayores, cuando tenemos la reunión previa con los trabajadores del centro, siempre nos comentan de algún usuario en concreto que no se involucra en las actividades con el resto de compañeros pero cuando empezamos las actividades con Nuba se produce la transformación, pasa de no querer participar a ser de los primeros en ofrecerse como voluntario.
Un caso que refleja muy bien la importancia de la motivación fue el de un niño con Síndrome de Down que según sus profes es muy vago y no le gusta nada el ejercicio físico, no son capaces de que haga nada en las clases de gimnasia.
Cuando hicimos un circuito de obstáculos, que primero pasó Nuba y después los niños, este chaval en cuestión lo recorrió varias veces seguidas sin darse cuenta de que estaba haciendo ejercicio. Y lo hizo por el simple hecho de imitar a la perra.
Cuando una persona está motivada puede conseguir todo lo que se proponga.